El libro contiene tanto los recuerdos sobre la Gran Guerra Patria (1941-1945) de los famosos artistas, músicos, periodistas y jefes militares como los de los familiares que registraron las historias de sus parientes heroicos en la página web de la marcha Regimiento Inmortal de Rusia. Sputnik publica varios fragmentos del libro.
Elina Bystritskaya, actriz soviética
En verano de 1941, Elina Bystritskaya llegó de Kiev a la ciudad de Nezhin (en el norte de Ucrania) de vacaciones. Allí encontró la guerra. El padre de la actriz trabajó en un hospital militar y la niña, que aquel entonces tenía 15 años, se ofreció como enfermera voluntaria. El hospital se desplazaba por varias ciudades del país, desde Járkov y Donetsk hasta Odesa. La actriz fue galardonada posteriormente con la Orden de la Gran Guerra Patria del II grado.
"A veces me preguntan qué era lo más horrible durante la guerra. Podría enumerar varias cosas: la muerte de las personas ante mis ojos; el olor de la sangre que me perseguía aún mucho después; las casas, estaciones y ciudades ardiendo; el hambre y el frío", cuenta.
Yuri Nikulin, actor soviético
Fue reclutado en el Ejército en 1939, cuando aún no cumplía los 18 años. Por ser muy alto, no consiguió entrar en unidades blindadas, con las que soñaba. En vez de ello, le inscribieron en las de artillería. Su batallón se alojó cerca de la frontera con Finlandia y Leningrado. El actor llevó consigo toda la vida el recuerdo de una terrible hambre y la lucha desesperada por la ciudad bloqueada.
Nikulin señaló que a todos les parecía muy rara la nueva situación."Nos desacostumbramos al silencio", apuntó.
Oleg Basilashvili, actor ruso sobre su padre Valerian
"Cumplí 6 años en el año en que empezó la guerra. Mi hermano Zhora murió en la batalla de Kursk. Mi padre luchaba por la Patria en la batalla de Stalingrado, era operador en el cuartel del general Mijaíl Shumilov.
El padre le contaba que cuando los soldados iban al ataque, gritaban solo 'Madre', nada más, igual que los fascistas que decían lo mismo en alemán.
Basilashvili fue evacuado a Tiflis, donde había nacido su padre. Recuerda que la ciudad también sufría el hambre.
"Una vez, caminando por la calle, encontré un bombón de chocolate. No podía creer lo que veían mis ojos, lo recogí y me dirigí corriendo a casa, saltando de la alegría. Mi madre limpió con un cuchillo la parte superior del trofeo, lo dividió en tres trocitos, —para mí, para ella y para la abuela. (…) Hasta hoy día no he comido nada mejor que aquel bombón encontrado en el polvo", dijo.
Gueorgui Zhúkov, mariscal y héroe de la Unión Soviética
"Los alemanes no esperaban encontrar aquí una resistencia tan dura. Pero mientras más iban avanzando, iba en aumento también esa resistencia. Cuando el enemigo se acercó a Moscú, cada soviético se daba cuenta de la necesidad de oponerse aún más", decía.
Según él, durante la batalla de Moscú, todos los campos fueron cubiertos por los cadáveres de los soldados alemanes.
"Cuantos tanques, cuanta aviación perdieron aquí. Aquí, de hecho, (el enemigo) perdió sus mejores recursos humanos. (…) Los generales alemanes se equivocaron. Pensaban que las tropas soviéticas no eran capaces, carecían de fuerza para defender la capital. Ellos se sobrevaloraron al decidir que lograrían llevar a cabo la operación. Pero sus cálculos resultaron errados. Al ejército alemán le faltó la fuerza para aplastar la resistencia en la zona más importante", explicó.