A su vez, la BBC renunció a dejar en evidencia a la primera ministra plantando una "silla vacía" durante los previstos debates con otros dirigentes políticos, como presionan candidatos de la oposición y la prensa.
"La primera ministra ha decidido —y está en su derecho— no participar en los programas y nosotros no creemos en la silla vacía", declaró Jonathan Munro, director de informativos en la corporación estatal.
La BBC alcanzó un compromiso que evita el cara a cara entre May y el líder laborista, Jeremy Corbyn, aunque ambos se enfrentarán por separado a una misma audiencia, en un mismo estudio de la ciudad inglesa de York, el próximo 2 de junio.
El resto de líderes compartirán plató en distintos debates televisados en directo por las principales cadenas a lo largo de la campaña.
May está centrando su mensaje electoral en la "opción clara" entre su "liderazgo fuerte y estable" y la "coalición del caos" dirigida por Corbyn que gobernará el país si el votante ignora a los conservadores.
Pese al énfasis en la cuestión de liderazgo, la dirigente tory no quiere arriesgar un pulso directo con su opuesto laborista mientras los sondeos de intención de voto apuntan a una masiva victoria del partido gubernamental.
May sí ha aceptado compartir una entrevista frente a la cámara de la BBC, con su marido, Philip, un financiero de la City de Londres con una larga asociación al Partido Conservador.
En cambio, Corbyn ha declinado una propuesta similar para realizar una entrevista con su mujer, Laura Alvarez, según confirmó Munro.
De cuna mexicana, Alvarez acompaña al líder laborista a casi todos los actos electorales pero no es partidaria de acaparar la atención de los medios, según ha señalado a Sputnik en varias ocasiones.