Hasta el momento han sido descubiertos cuatro túneles. Está calculado que estas cuatro obras subterráneas serían capaces de permitir que varios milies de soldados norcoreanos se introduzcan en el territorio surcoreano en una sola hora.
Según dice el artículo del medio estadounidense, es difícil determinar el número exacto de los túneles. Un informe señala que Kim Il-sung, el fundador de la nación juche, ordenó que cada una de las diez divisiones desplegadas en la frontera construyera dos túneles.
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El gobierno surcoreano por su parte no cree que los cálculos de Han —ni siquiera sus afirmaciones acerca de la amenaza subterránea para el centro de Seú— sean creíbles. La supuesta excavación de un túnel de unos 40 kilómetros provocaría una pila de desechos de unas 700.000 toneladas, que no ha sido encontrada por ningún satélite.
Otro tipo de instalaciones subterráneas son las bases aéreas. Particularmente, Pyongyang cuenta con tres diferentes bases de este tipo en Wonsan, Jangjin y Onchun. Según un desertor norcoreano, en caso de desencadenarse una guerra, los aviones MiG-29, Su-25 y NK PLAAF despegarían de los aeródromos convencionales y regresarían a las bases aéreas subterráneas.
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Los búnkeres para las tropas cerca de la Zona Desmilitarizada son una obra subterránea militar más. Un desertor reveló que desde 2004, Corea del Norte comenzó a construir búnkeres capaces de encubrir a unos 1.500-2.000 efectivos completamente armados, cerca del límite con el Sur. Se informa que han sido edificados unos 800 búnkeres de este tipo.
Se supone que han sido excavados refugios especiales para la jefatura norcoreana. Según una revista militar surcoreana, Estados Unidos considera que existen unos 6.000-8.000 albergues de este tipo esparcidos por el país entero.
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Según un informe realizado por el Instituto Nautilus, Corea del Norte puede disponer de radares ocultos en los huecos de ascensores, que pueden subirse como el periscopio de un submarino; bases de barcos de patrullaje con misiles escondidos en rocas; así como túneles de una longitud de un kilómetros o más donde se esconde equipamiento y vehículos y donde también puede refugiarse la población de las localidades cercanas.
No obstante, la mayoría de las posiciones subterráneas norcoreanas resultarían ser una sorpresa para las tropas surcoreanas y estadounidenses, concluye el artículo.