Operadoras de radio, guerrilleras y francotiradoras: el rostro femenino de la guerra

Las unidades aéreas femeninas fueron creadas por orden del Comisariado Popular de Defensa de la URSS el 8 de octubre de 1941. El 586º regimiento de cazas se formó bajo el mando de la conocida piloto Marina Ráskova. El regimiento participó en todas las grandes batallas de la Gran Guerra Patria.

Decenas de miles de mujeres no abandonaron la línea del frente durante la guerra. Desempeñaron labores como instructoras sanitarias, sacaron del fuego enemigo a los heridos, que eran mucho más pesados ​​que ellas mismas, etc.
En la foto: la instructora sanitaria Valia Gribkova.

Las francotiradoras eran la élite del Ejército Rojo. Este servicio se consideraba honorable debido a su peligrosidad, dado que los francotiradores estaban expuestos a ser aniquilados.

Muchas mujeres trabajaban en cuarteles de varios niveles durante la guerra, incluyendo los regimientos de la aviación femenina. Algunas garantizaban el funcionamiento de la guerrilla y otras operaciones. En la foto: la operadora y navegante del 586º regimiento de aviación de caza.

Muchas féminas entrenaron al mismo nivel que los hombres durante la guerra. En total, durante los años de la Gran Guerra Patria, participaron en el entrenamiento militar universal alrededor de 10 millones de ciudadanos soviéticos. La milicia femenina era vista, no obstante, como un último recurso contra el enemigo.

Una bolsa con medicamentos era el arma principal de las enfermeras que se encontraban en la primera línea del frente.

En la retaguardia, las mujeres no lo tenían más fácil que en el frente. En las fábricas hacían el doble de trabajo: el que les correspondía a ellas y el de los hombres que habían ido al frente.

Formado por Marina Ráskova, el 125º regimiento aéreo femenino, a diferencia del 586º, se ocupaba de los bombardeos. Sus pilotos, que eran mujeres, utilizaban los bombarderos en picado Pe-2. Durante la guerra arrojaron al enemigo más de 800 toneladas de bombas.
Foto: Héroe de la Unión Soviética, comandante de escuadra adjunta del 125º regimiento de la guardia María Dólina.

En plena la guerra, las mujeres tenían que cortar leña, cavar zanjas y trincheras antitanque en las zonas de primera línea.

Las mujeres a menudo ocupaban los puestos de trabajo de los hombres que se habían ido al frente. Esto ocurría incluso en profesiones tradicionalmente masculinas.
En la foto: una operadora en los campos petrolíferos de Bakú (actual Azerbaiyán).

La de obrero metalúrgico era una profesión masculina más que se convirtió en femenina a causa de la escasez de mano de obra.

La francotiradora Liuba Makárova, en la reunión de francotiradores del tercer ejército de choque del frente de Kalinin. El libro de Konstantín Lapin 'La muchacha con un rifle' está dedicado a Makárova.

Sin dejar la granja, algunas chicas se convertían en tipógrafas en las guerrillas. En la foto: en una imprenta subterránea se imprimen panfletos.

Durante la guerra, un gran número de mujeres servía como 'guardias de la porra' tanto en el Ejército como en la Policía. Sin embargo, al igual que muchas otras especialidades, después de la guerra esta cesó de ser una profesión femenina, dado que hacía falta dar trabajo a los veteranos que regresaban a casa.
Foto: guardia de la porra militar María Shálneva en Alexanderplatz, en Berlín.

A lo largo de la guerra, en las fábricas de construcción de maquinaria las mujeres trabajaron dos o incluso tres turnos al día.

Una de las participantes de la batalla por la liberación de Odesa.

Los alemanes llamaban a las bombarderas soviéticas 'brujas nocturnas'. En los regimientos femeninos las mujeres servían también como mecánicas e ingenieras.

Mientras los hombres combatían en la guerra, las mujeres en los pueblos tenían que cuidar no solo la casa, sino también la granja.

En los territorios ocupados, muchas mujeres se iban a los grupos guerrilleros.

Miles de mujeres trabajaban como soldados de transmisiones. Al igual que las instructoras sanitarias, se encontraban en la vanguardia de la línea del frente.

Muchos sistemas de defensa aérea soviética de la Gran Guerra Patria tenían una cara femenina. Foto: la artillera antiaérea Tatiana Shmorgunova