"Vamos a ganar en soberanía y control de la carga porque vamos a brindar nosotros todos los servicios adicionales en puerto, retener y redireccionar la carga en función de los intereses nacionales", dijo el viceministro de Comercio Interno y Exportaciones, Martín Bazurco.
El Gobierno espera poner en marcha este proyecto en 2018 en una superficie de cerca de 100 hectáreas en la población de Patacamaya, en el departamento de La Paz (oeste), considerado el paso natural hacia los puertos del Océano Pacífico.
"El objetivo del proyecto de puerto seco es asumir el control de la carga en Bolivia y de terceros países desde y hacia los puertos del Pacífico", remarcó el viceministro.
También señaló que esta iniciativa busca reducir además los efectos de la mediterraneidad a la que se ha visto sometida Bolivia desde 1879 cuando perdió su calidad marítima tras la llamada Guerra del Pacífico con Chile.
Bazurco advirtió que los países que carecen de acceso a costas marítimas pierden cerca del uno por ciento en su tasa de crecimiento, por lo que han desarrollado puertos secos para optimizar su comercio exterior.
La autoridad sostuvo que un puerto seco permitirá a Bolivia generar las condiciones para el almacenamiento y manejo de carga de salida y de ingreso "por medio de una infraestructura eficiente, equipos y maquinaria para garantizar un despacho con el mínimo de tiempo de diferencia entre la salida del puerto seco y el arribo al puerto marítimo".
Se trata, dijo, de mejorar los flujos de carga que hoy se ven afectados —en el caso de Chile— por permanentes conflictos en los puertos de Arica, Iquique y Antofagasta, al norte de ese país.
Actualmente el mayor flujo de la carga boliviana hacia los puertos chilenos es por vía terrestre, una de las más costosas en comparación con el transporte ferroviario y las hidrovías, explicó el viceministro.
El Gobierno boliviano espera que los empresarios privados, reunidos en la Cámara Nacional de Comercio, asuman el reto de impulsar el proyecto.