La munición recibida ha resultado no poder garantizar la suficiente densidad efectiva de disparo, según fuentes citadas.
Además, solo unas cuantas balas son capaces de atravesar una placa de acero de seis milímetros de grosor.
"Estas balas se comen nuestros cañones. Son menos precisas que las que compramos de otros proveedores. El núcleo de estos proyectiles simplemente se deshace en contacto con el blindaje", afirmó una de las fuentes citada en el artículo de Zgurets.
Los soldados ucranianos, citados por Defense Express, también han explicado que el contenido de cobre de esta munición estadounidense es inferior al normal, por lo cual las balas son más 'duras' y a los fusiles les cuesta más dispararlas.
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A finales de marzo, el ministro de Defensa de Ucrania, Stepán Poltorak, declaró que las Fuerzas Armadas del país carecen de ciertos tipos de municiones. En marzo de este año tuvieron lugar varias explosiones en el depósito de municiones más grandes de Ucrania, ubicado en la región de Járkov. Se prevé que el país siga recurriendo a proveedores extranjeros, ya que no cuenta con una producción nacional capaz de satisfacer sus necesidades.
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