"WikiLeaks es un importante foco de atención", dijo Comey.
"Una parte de su conducta ni siquiera huele (a periodismo)", dijo Comey al Comité.
La atención de las autoridades estadounidenses hacia WikiLeaks se reavivó luego de que el sitio web publicara el año pasado miles de mensajes de correos electrónicos robados de la cuenta de John Podestá, exjefe de la campaña presidencial de la ex secretaria de Estado, Hillary Clinton.
El mes pasado, CNN reportó que el Departamento de Justicia estaba listo para presentar cargos contra el fundador de WikiLeaks, el ciberactivista Julian Assange, por la filtración en 2010 de documentos confidenciales y por la reciente publicación de información secreta de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
"Supe que habría ramificaciones; simplemente intenté no preocuparme por ellas", dijo.
Once días antes de las elecciones presidenciales de noviembre, en las que Clinton se presentó como candidata, Comey envió una carta a los líderes del Congreso para informarles de la reapertura de las investigaciones.
El 2 de mayo, en una conferencia en Nueva York, Clinton dijo que la carta de Comey y la supuesta interferencia de Rusia en los comicios fueron los factores que determinaron su derrota.
Por otra parte, en la audiencia, Comey sostuvo: "Si descubro que hay gente filtrando información sobre nuestra investigación, tanto a periodistas como a particulares, habrá graves consecuencias".
Interrogado sobre si había habido filtraciones de la investigación a Clinton desde el FBI al exalcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, un estrecho colaborador del presidente Donald Trump, Comey dijo que no lo sabía.
Durante la investigación a Clinton, Giuliani sostuvo que varios agentes del FBI le habían hecho comentarios sobre ella, mientras otras personas, incluido el ex director adjunto del FBI, Jim Kallstrom, efectuaron declaraciones similares.