Anteriormente, en una carta escrita por los senadores y dirigida al secretario del Tesoro norteamericano, Steven Mnuchin, se mostraban preocupados por la posibilidad de que Rosneft se hiciese con el control de CITGO, empresa refinadora de petróleo y comercializadora de gasolina, lubricantes y petroquímicos, ubicada en Estados Unidos, a la que pertenece el 48 % de las refinerías de 20 estados del país norteamericano.
Según la información obtenida por la agencia, la petrolera rusa puede adquirir una "parte significativa" de PDV América —una empresa subsidiaria de la empresa estatal venezolana PDVSA— de la que forma parte CITGO.
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La canadiense Crystalex y la estadounidense ConocoPhillips ya habían mostrado ante un tribunal su desacuerdo con Venezuela con relación al crédito otorgado por Rosneft Trading SA, controlada por Rosneft. Según los demandantes, PDVSA pretendía hipotecar su subsidiaria CITGO, saltándose el sistema judicial de Estados Unidos.
PDVSA habría hipotecado el 49,1% de CITGO a Rosneft, tal y como se refleja en la demanda.
PDVSA confirmó que había utilizado su empresa subsidiaria para obtener financiación, pero no especificó la suma recibida por Rosneft. Por su parte, la empresa rusa declaró que todas sus operaciones se habían realizado en conformidad con el derecho internacional.
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