Según la estadística, más de 30.000 personas han desaparecido desde 2006 debido a la violencia relacionada con la venta y el tráfico de drogas. Hasta el momento no existía ninguna hoja de ruta que determinara cómo empezar la búsqueda de fosas comunes.
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El equipo de científicos está compuesto por tres grupos: el Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana de Ciudad de México, la organización sin ánimo de lucro Data Cívica —también con sede en Ciudad de México— y el Grupo de Análisis de Datos de Derechos Humanos, radicado en San Francisco.
Los miembros han creado una base de datos completa que contiene los detalles de cada noticia o artículo. Esta es la primera base de datos nacional de este tipo que indica en qué municipios han sido ya descubiertas otras fosas comunes.
Data Cívica aporta datos sobre la demografía social en cada municipio del país. Mediante el cruce del sistema abierto de datos públicos de México con datos geográficos, el grupo ha sido capaz de crear un perfil detallado de aspectos sociodemográficos para cada uno de los 2.457 condados de México.
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El modelo recibe la denominación de clasificador de 'Bosques Aleatorios', y su utilidad se basa en la idea de que hay algo categóricamente diferente entre los condados donde ya han descubierto fosas comunes y los que nunca las han tenido.
El modelo agrupa los datos a través de varias características y evalúa su relevancia. De esta manera, es posible predecir qué municipios tienen el mayor número de probabilidades de contener más fosas comunes.
Así, los municipios donde se hallan estas siniestras tumbas tienen un ingreso promedio más bajo que otros. Además, cuentan con un mayor número de residentes indígenas, y la mayoría de ellos está estrechamente relacionada con los estupefacientes —en forma de laboratorios de opio y metanfetamina—. además, están azotados por altas tasas de homicidios.
Los expertos advierten, no obstante, que es bastante temprano para sacar conclusiones, dado que el modelo no está completo y queda actualizar la base de datos con menciones mediáticas a partir de 2016.
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El proyecto también está limitado debido a su incapacidad para determinar quién comete los crímenes. El equipo no puede verificar quién es el responsable de los homicidios ni sacar a la luz la identidad de las víctimas enterradas las fosas.