En caso de una amenaza militar, Pyongyang empleará la fuerza de disuasión nuclear, de manera que los portaviones, submarinos y otras armas del enemigo "harán explosión y quedarán reducidos a pedazos de hierro fundido".
Según la publicación, las declaraciones de la Administración estadounidense acerca de su determinación a tomar medidas contra Corea del Norte indican que Washington preludia un escenario en el que la acción militar puede comenzar en cualquier momento.
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El 30 de abril han concluido las maniobras conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur denominadas Key Resolve, en las que participaron 290.000 soldados surcoreanos y unos 9.700 efectivos de las FFAA de EEUU.
El submarino estadounidense USS Michigan también llegó a las costas coreanas y atracó en el puerto de Busan.
Los militares surcoreanos informaron el 29 de abril de que Corea del Norte lanzó un misil balístico, pero aclararon que estalló solo unos instantes después. Se supone que se trató del proyectil de medio alcance KN-17, que está destinado a atacar buques militares.
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En paralelo a las recientes maniobras conjuntas entre Corea del Sur y EEUU, Pyongyang llevó a cabo ocho lanzamientos de misiles.