Baña, catedrático de Historia de Rusia en la Universidad de Buenos Aires, comentó que la Gran Guerra Patria "fue de suma importancia" para todos los pueblos que integraban la Unión Soviética. Todo habitante de ese país "estuvo involucrado de alguna manera u otra" en el conflicto.
"No había ningún ciudadano ruso que no tuviese ningún pariente cercano o lejano involucrado en la guerra. Hay que pensar que la Segunda Guerra Mundial dejó en la URSS un saldo de prácticamente 25 millones de muertos entre civiles y militares y eso afectó notablemente a la vida de las personas", indicó el también investigador del CONICET —Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina—.
El rol crucial que tuvieron las tropas del Ejército Rojo en la lucha contra el nazismo marcó la identidad de la Rusia contemporánea. A criterio de Baña, "la Segunda Guerra Mundial juega un papel muy importante en la construcción de la memoria histórica", sobre todo después de la desintegración de la URSS.
Fotos: El asalto de Berlín de 1945, recreado en las cercanías de Moscú
En ese momento, comentó, hubo "una crisis identitaria muy fuerte". Para sanar una "identidad lastimada", se comenzaron a realizar búsquedas. Uno de los elementos centrales de este proceso "es sin dudas" la Gran Guerra Patria.
"De alguna manera fue un mito fundacional para la identidad nacional soviética y rusa. Algunos prefirieron hacer hincapié en el sufrimiento, en las pérdidas materiales o en los motivos que llevaron a que cientos de miles de soldados a pelear contra el nazismo. Otros, más en el nacionalismo, en el componente nacional y esa victoria de los soviéticos sobre los nazis", explicó el historiador.
El pueblo soviético de aquel entonces era parte de una sociedad "que estaba movilizada para la guerra". Durante el período bélico, se dejaron de lado ciertos elementos que habían caracterizado a la Unión en ese momento. El internacionalismo propagado por la URSS quedó en suspenso, con la disolución de la Internacional Comunista.
"Resurgen otros valores que en apariencia estarían un poco en contra del comunismo, por ejemplo el propio nacionalismo o un acercamiento a la Iglesia Ortodoxa para reforzarlo, o la introducción o la revalorización de los valores militares. De hecho el propio Stalin va a ser valorado como un jefe militar, a pesar de los grandes errores que tuvo sobre todo al inicio de la guerra", valoró el especialista.
"Todas las producciones artísticas se vieron bastante beneficiadas por la guerra porque todos los esfuerzos estaban concentrados en el conflicto bélico. Entonces ahí hubo un cierto relajamiento en el control a las producciones estéticas", comentó el historiador.
En el campo musical, compositores como Dmitri Shostakóvich, Nikolái Miaskovski o Serguéi Prokófiev plasmaron el sufrimiento del pueblo en sus melodías. La sinfonía Leningrado de Shostakóvich es una de las músicas más representativas de esta época, inspirada en el cerco que sufrió por más de dos años la ciudad, escenario de una de las batallas más sangrientas del frente oriental.
"Un arte que bastante importante en la época soviética es la poesía. Entre los poetas se destaca el recientemente fallecido Evgeni Yevtushenko, quien un poco a tono con el discurso más oficial del momento hace una celebración del coraje de la valentía y de los valores más positivos que tuvo el pueblo ruso en esa guerra", indicó Baña.