"Terminamos suministros de los S-300 a Irán, cumplimos nuestros compromisos", comunicó Chémezov al presidente ruso, Vladímir Putin.
En 2007, Teherán firmó con Moscú un contrato por 900 millones de dólares para el suministro de sistemas de misiles tierra-aire S-300.
Tres años más tarde, el entonces presidente ruso, Dmitri Medvédev, canceló la transacción para no infringir las sanciones internacionales contra Irán.
Teherán respondió con una demanda contra Rusia por incumplimiento del contrato.
En abril de 2015 el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó un decreto para derogar la prohibición de la entrega de los misiles.
Es capaz de interceptar cazas, helicópteros, aviones espía, misiles de crucero, misiles balísticos y otros blancos que vuelan a velocidades de hasta 1.200 metros por segundo a una altura desde 25 metros.
El S-300 está destinado para la defensa de importantes instalaciones industriales y administrativas, bases militares y puestos de mando.
El sistema cuenta con un gran número de versiones que se diferencian en alcance, velocidad de ataque, tipo de misiles y capacidad de protección contra la guerra electrónica.