De acuerdo con el investigador, la mayoría de los alimentos que se venden como dietéticos solo "se hacen pasar" por comida saludable, mientras que en realidad, contienen enormes cantidades de azúcar y grasa, lo que daña el hígado, así como aumenta el riesgo de obesidad.
El científico subraya que a pesar de la aparición en las tiendas de un gran número de alimentos y bebidas 'saludables', la epidemia de obesidad sigue propagándose por todo el mundo, y para el 2030, más de un tercio de los habitantes de los países desarrollados tendrá sobrepeso.
Durante el experimento, Czaja y sus colegas dividieron en dos grupos a los ratones de laboratorio. El primer grupo de animales se alimentó con comida 'normal', mientras que al segundo grupo se le dio comida calórica o alimentos dietéticos sin grasas, pero con una alta proporción de carbohidratos. Un mes después, los investigadores pesaron a los ratones, así como midieron el porcentaje de grasa corporal y músculos en sus organismos. Además de esto, examinaron la composición de la sangre y la flora microbiana intestinal de los animales, así como su predisposición a padecer inflamaciones.
Resultó que todos los ratones del segundo grupo subieron de peso, a diferencia de los animales que llevaban una dieta equilibrada. Además, los científicos descubrieron un aumento de grasa en el hígado, así como numerosos focos de inflamación en los organismos de los ratones, lo que demuestra que la flora intestinal de los animales del segundo grupo cambió, ocasionando esta inflamación.
"Lo más inquietante es que la ingesta de comida dietética llevó a una producción doble de grasa. En otras palabras, los ratones del segundo grupo necesitaron dos veces menos calorías para engordar de la misma manera que los animales a los cuales se les dio la comida rica en grasas", concluye el científico.