El barco, que en ese entonces pertenecía a las fuerzas alemanas, fue hundido por la aviación soviética, cuando transportaba presuntamente tesoros desde la península hacia el puerto de Constanza, Rumanía.
Los investigadores esperan realizar un análisis más exhaustivo del descubrimiento en mayo del presente año, para poder decidir la posibilidad de sacar a la superficie la embarcación.
El buque Boy Federsen fue construido en 1914 en Alemania, bajo el nombre de Anhalt. En 1932, después de que el barco pasara por manos inglesas y españolas, fue adquirido por la Unión Soviética, quien bautizó a la embarcación con el nombre de Járkov.
Durante la II Guerra Mundial, la Alemania nazi se apoderó de la embarcación después de invadir el puerto de Nikolaevski, donde los marineros del buque intentaron dañar la nave antes de abandonarla.
Una vez restaurada, los alemanes la renombraron Boy Feddersen.
Un día después, el barco se hundió en las aguas de Crimea, a una profundidad de 90 metros. Allí fue encontrado, 74 años después, y en el futuro próximo la nave podría volver a ver la luz del sol.