"La creación de Tsirkon es un cambio importante porque es un misil hipersónico que obliga a los dirigentes de la OTAN a cambiar sus concepciones. Cuando cambia la velocidad de vuelo [del misil], te ves obligado a cambiar todo lo demás", apuntó Konoválov.
El Tsirkon alcanza velocidades de 7.400 km/h y, por tanto, vuela dos veces más rápido que la bala de un francotirador, por lo que es imposible que lo detenga el escudo de misiles de la OTAN.
"Consideramos que Tsirkon es uno de los cambios e incorporaciones fundamentales en el nuevo arsenal ruso. Poseemos actualmente una gran cantidad de nuevas plataformas, de nuevos misiles y de nuevas armas del mismo calibre. Todos estos cambios obligarán a la OTAN y a Washington a reconsiderar ciertas cosas", se muestra convencido Konoválov.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha confirmado que se está trabajando en la creación de nuevas armas hipersónicas. Los expertos occidentales ya pronostican que el nuevo misil ruso Tsirkon será capaz de poner a toda la flota británica contra las cuerdas.
"Van a verse obligados a gastar su dinero en crear nuevos sistemas [que puedan hacer frente al misil ruso]. Si desean gastarse el dinero, que se lo gasten. Es su problema", comentó Konoválov.
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