"El descubrimiento ayudará a eliminar una enorme cantidad de basura que se acumula en los vertederos y en el océano", explicó uno de los autores de la investigación, Paolo Bombelli, de la Universidad de Cambridge.
La bióloga y sus colegas de la Universidad de Cambridge realizaron una investigación entera que consistió en colocar varios centenares de orugas sobre una bolsa de plástico. Tras apenas 40 minutos, los científicos hallaron agujeros y, a las 12 horas, los insectos se habían comido 92 miligramos del polietileno. Comparativamente, la cantidad de la sustancia que engulleron las polillas de la cera es muy superior a la que habrían ingerido las bacterias u hongos en el mismo período.
Las orugas de ese tipo se alimentan con cera que, se supone, les ayudó a generar la capacidad de digerir el polietileno. Los científicos esperan extraer un día el elemento que produce dicho efecto y luego sintetizarlo de modo artificial.