Destacó que "no hay ninguna alternativa" para la OSCE aparte de "mantener su presencia en la zona y enfocar la atención de la comunidad internacional en el conflicto para garantizar la presión necesaria sobre los bandos y hacerlos cumplir sus obligaciones".
Destacó que la Misión Especial de Observación de la OSCE constata últimamente un aumento de las infracciones de la tregua en Donbás.
El diplomático italiano enfatizó que aunque el conflicto tiene sobre todo un contexto político, divide no solo a las fuerzas políticas sino a los civiles que viven en unas condiciones precarias a ambos lados de la línea del frente.
En abril de 2014 Ucrania inició una operación militar en las provincias orientales de Donetsk y Lugansk, donde se proclamaron repúblicas populares en respuesta al cambio violento de Gobierno ocurrido en Kiev en febrero de ese mismo año.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.
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Según datos de la ONU, las hostilidades han provocado más de 10.200 muertos desde el inicio de la crisis.