Las obras ya se adelantan a los plazos en un mes. La fecha límite para terminar la construcción es el 21 de abril de 2019, es decir, cinco años después de que el presidente ruso firmara la orden de rehabilitación de los pueblos reprimidos. La meta de dicha orden es asegurar los derechos de los pueblos que sufrieron las represiones durante la época soviética.
En particular se trata del pueblo originario de la península, los tártaros de Crimea, que profesan fe musulmana, y que fueron forzadamente deportados durante la época de Stalin a Asia Central.
El complejo ocupa un área total de 3 hectáreas. La superficie de la propia mezquita se cifra en 5.785 m2. El costo indicativo es de unos 70 millones de dólares.
La ceremonia fue protagonizada por el dirigente de la república de Crimea, Serguéi Aksiónov, el muftí de los musulmanes crimeos, Emirali Abláev, y el obispo metropolitano de Simferopol y Crimea, Lazar.
El parlamentario ruso, Ruslán Balbek, subrayó a Sputnik que la mezquita se construye con el patrocinio del presidente ruso, Vladímir Putin.
Según profundizó, nunca antes en la historia de Crimea hubo una mezquita tan grande, que además contará con un complejo de edificios adicionales.
"La mezquita se convertirá en el centro de la vida espiritual de los musulmanes de Crimea", subrayó Balbek.
La mezquita será ubicada en una colina al sur de Simferópol y constará de un edificio principal (37x37 metros) con una cúpula de una altura de 28 metros. Además, el lugar de culto contará con cuatro minaretes, cada uno de 50 metros de la altura.