China está "haciendo acopio de la tecnología" necesaria para crear su propia aeronave furtiva, señalan medios del país asiático. Las experiencias obtenidas en el marco de los proyectos del Chengdu J-20 y del Xian Y-20, por ejemplo, han conferido a la industria militar china "ricas reservas técnicas", que ayudarán en la construcción de una aeronave de modelo 'ala volante'.
Teniendo en cuenta la experiencia de EEUU y de la Unión Soviética, es poco probable que China pueda 'saltar' del actual H-6 a un análogo del B-2, subrayó Andréi Frolov, investigador del Centro de Análisis de Estrategias y Tecnologías de Rusia, citado por Svobodnaya Pressa.
"Es posible que, visualmente, la nueva aeronave sea similar al bombardero estadounidense, pero es probable que su estructura, más bien, sea análoga a la de un B-1B o un Tu-160", consideró.
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El experto cuestionó, además, las razones por las cuales China requeriría los servicios de una nave aérea con tecnología 'stealth':
"Los estadounidenses desarrollaron el B-2 para luchar contra el poderoso sistema de defensa aérea soviética (…) Está claro que China necesita una aeronave capaz de transportar misiles de crucero de largo alcance, pero la pregunta es para qué necesitan que sea furtiva", manifestó Frolov.