A la pregunta de cuántas víctimas provocó la guerra desde 2011, Asad dijo que "en realidad, sólo podemos hablar de números oficiales".
"Son decenas de miles, no cientos de miles como dicen los medios de comunicación", declaró el presidente de Siria.
"Los números que hemos escuchado de los medios de comunicación occidentales a lo largo de los últimos seis años no eran precisos, la cifra se infla solo para mostrar lo horrible que es la situación y utilizarlo como pretexto humanitario para intervenir en Siria", subrayó.
El presidente de Siria tampoco está de acuerdo con la estimación de la ONU que "no dispone de medios para hacer los cálculos".
"Las Naciones Unidas no tienen ningún medio para calcular las cifras, en realidad nadie tiene como he dicho, porque están hablando de diferentes facciones, extranjeros, nacionales sirios, terroristas, etcétera", señaló.
Además, hablando sobre el reciente ataque de EEUU contra la base aérea de Shairat, el mandatario afirmó que el Ejército gubernamental perdió más del 50% de su capacidad antiaérea en los seis años de la guerra, lo que explica la falta de respuesta al ataque estadounidense.
"Los terroristas empezaron sus ataques destruyendo la defensa antiaérea de Siria (…) Fue el primer objetivo", señaló Asad.
El presidente rehusó dar un número preciso, por tratarse de información militar, pero reconoció que es más de la mitad.
Asad dijo que Rusia había compensado en parte ese daño con armas y sistemas de alta calidad, pero remarcó que "toma mucho tiempo restablecer la defensa antiaérea en su totalidad".
Siria lleva seis años sumida en una guerra en la que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos insurgentes y terroristas.
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Según los datos de altos cargos de la ONU, entre 300.000 y 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.