El primer cartucho lo lanzó la prensa conservadora, con cabeceras como el Daily Mail aplaudiendo a la primera ministra, Theresa May, por convocar las elecciones anticipadas para "aplastar a los saboteadores" del Brexit.
"Los tres líderes quieren unirse para dividir a nuestro país y eso no lo permitiremos", declaró la dirigente conservadora en la Cámara de los Comunes.
A Corbyn le achacó además su débil liderazgo y la pérdida de confianza de la mayoría de su grupo parlamentario.
"Si no está capacitado para liderar el Partido Laborista, ¿cómo podrá dirigir y llevar adelante al país?", se jactó la primera ministra.
"Es el momento de celebrar elecciones generales porque reforzará nuestra baza en las negociaciones Brexit y no es el momento de un referéndum independentista porque debilitaría nuestra baza en las negociaciones Brexit", espetó en los Comunes.
Desconfianza en la jefa del Gobierno y ex ministra del Interior despuntó como el argumento de choque desde las bancadas de la oposición.
"La primera ministra quiere hacernos creer que es una mujer de palabra, ¿pero no es la verdad que no podemos creer ni una palabra que dice?", cuestionó Yvette Cooper, ex ministra laborista.
La primera ministra necesita el apoyo de dos tercios de diputados —un mínimo de 434 votos— a su moción a favor de la apertura de las urnas el 8 de junio, que se debate y decide este 19 de abril.
La victoria está prácticamente asegurada con el esperado respaldo parlamentario de laboristas y liberal demócratas.
Los nacionalistas escoceses han anunciado que sus diputados se abstendrán en esta votación que suspende la ley introducida en 2011 por el anterior primer ministro conservador que impuso mandatos legislativos de cinco años.