"Yo creo que el día de ayer se tomará como el día del alivio nacional porque descomprimió una crisis que ya era pesada, insoportable y demasiado prolongada", dijo a Sputnik el analista político Alfredo Boccia.
El mandatario señaló que de esta manera busca facilitar el diálogo y evitar erosionar aún más la institucionalidad del país, luego de los enfrentamientos provocados por la discusión sobre la enmienda constitucional que habilitaría la reelección presidencial.
Según Boccia, Cartes tomó la decisión sin consultar a sus correligionarios o asesores, pero con la presión internacional de Estados Unidos y el Vaticano.
"Es una persona que no consulta, quedó evidenciado ayer que ni siquiera le comunicó a sus aliados ni a su propio partido que iba a tomar esa decisión, por lo que los dejó a todos con cara desencajada y sorprendidos", aseguró Boccia, autor de varios libros de historia política de Paraguay.
Por su parte, el senador oficialista Nelson Aguinagalde, quien apoya la reelección de Cartes, coincidió con el analista acerca de que la decisión del mandatario lo tomó por sorpresa.
"Es un golpe que tenemos que asimilar (…) debemos iniciar un trabajo para elegir un candidato", dijo Aguinagalde.
Aguinagalde, de la gobernante Asociación Nacional Republicana (más conocida como Partido Colorado) el presidente tenía datos aportados por la inteligencia del su país acerca de que la oposición estaría organizando nuevas manifestaciones violentas como las del 31 de marzo y eso habría motivado su comunicado del lunes.
Boccia, por su parte, insistió en que "había una presión fuerte de la Iglesia Católica" y "Paraguay es el país con mayor proporción (de población) católica del continente".
Fracturas partidarias
Esta crisis política dejó fracturados a todos los partidos políticos más importantes, el Partido Colorado quedó dividido entre quienes apoyan la reforma reeleccionista para permitir una nueva candidatura de Cartes (cartistas) y los disidentes que promueven al senador Mario Abdo Benítez.
Pero el sector más golpeado no es el oficialismo.
Según Boccia, el partido más perjudicado es el izquierdista Frente Guasú del expresidente Fernando Lugo (2008-2012) que "quedó en una posición muy ridícula" por haberse adherido al intento reformista para conseguir la reelección.
El opositor Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) también quedó dividido entre un segmento que apoya la enmienda, liderado por el senador Blas Llano, y el presidente de la fuerza centroderechista Efraín Alegre, opuesto a la reelección.
Enmienda constitucional
En este contexto, el mensaje de Cartes implica una pérdida de apoyo al intento de enmienda constitucional que tendrá como consecuencia el descarte de reforma, aseguró Boccia.
Velázquez, que tiene la potestad de dar ingreso al proyecto en la cámara, había frenado el proceso cuando el presidente Cartes instaló una mesa de diálogo a la que invitó a todos los partidos políticos con representación parlamentaria, los presidentes de ambas cámaras y la Conferencia Episcopal de Paraguay.
Boccia está convencido de que el proyecto quedará sin validez, pero no descarta que en 2019 se apruebe una nueva reforma de la Constitución con la reelección presidencial incluida.
"Quedó muy claro en estos días que la gente no está en contra de la figura de la reelección; yo creo que va a ser aprobada sin ningún tipo de problemas una reforma total de la Constitución, algo que probablemente ocurra en el 2019", dijo el investigador.
Boccia agregó que "la gente no le tiene miedo a la reelección", lo que rechaza es "la manera brutal" en que se intentó aprobar antes del plazo legal establecido.
Por su parte, Aguinagalde recordó las manifestaciones pacíficas de la semana pasada en todo el país en las que "más de 150.000 colorados" se pronunciaron a favor de la reelección.
En agosto de 2016, el Partido Colorado presentó en el Congreso un primer proyecto de enmienda para autorizar la reelección presidencial, que fue rechazado por la mayoría de la cámara baja.
En marzo, un grupo de 25 senadores aprobó en una sesión irregular la modificación del reglamento interno de la Cámara Alta para luego en otra sesión fuera de las reglas votar y aprobar la reforma reeleccionista.
La reelección presidencial está prohibida de manera absoluta en la Constitución de Paraguay desde 1992.