"En muchos tejados de la ciudad los extremistas colocan a francotiradores, junto a cada uno de ellos se encuentra una mujer prisionera que ejerce como escudo humano en caso de un ataque aéreo", dijo el combatiente, agregando que antes eso no ocurría.
El ingeniero iraquí Muwafak reveló a Sputnik que el producto, semejante al chapapote, se adhiere a la piel y mantiene durante largo tiempo altas temperaturas, provocando fuertes quemaduras.
El Gobierno de Irak emprendió a mediados de octubre de 2016 una ofensiva para recuperar la ciudad de Mosul, capital de la provincia de Nínive y último baluarte de Daesh (autodenominado Estado Islámico, proscrito en Rusia y otros países) en el territorio iraquí.
En marzo, las fuerzas gubernamentales declararon que lograron cercar los destacamentos de Daesh en Mosul y cortar la comunicación con sus grupos en Siria.
Los militares iraquíes afirman que ya controlan las dos terceras partes de la ciudad.
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A su vez el presidente de Irak, Fuad Masum, en una entrevista anterior con Sputnik calificó de catástrofe humanitaria la situación en Mosul, pero defendió la necesidad de proseguir la lucha "porque sería insensato dejar la ciudad en manos de los terroristas".