Los medios chinos, incluidos sitios web gubernamentales, se han lanzado a publicar artículos cuyo denominador común es que, dada la situación actual, quedan cada vez menos posibilidades de solucionar el problema nuclear norcoreano por la vía pacífica. Asimismo, subrayan que la guerra puede hacerse inevitable si Pyongyang se obceca en su programa atómico.
El entrevistado señaló que China, EEUU y Rusia comparten en la actualidad una visión común acerca de las ambiciones atómicas de Corea del Norte, de manera que Pyongyang ya no tiene mucho margen de maniobra.
A juicio de Karneev, una vez que Corea del Norte rechace seguir con su programa nuclear a cambio de ciertas garantías, los intereses de la élite gobernante norcoreana estarán asegurados. Sin embargo, en caso de que surja un conflicto armado, la propia existencia de Corea del Norte correrá peligro, agregó.
No obstante, los expertos chinos indican que, desde su punto de vista, las obligaciones de proteger a Corea del Norte son ya nulas. En opinión de los analistas, al persistir en el desarrollo de su programa nuclear, Pyongyang se ha convertido en una amenaza, dado que ha creado un foco de tensiones cerca de las fronteras del gigante asiático.
Pese a la larga historia en las relaciones entre ambos países y al hecho de que China salvaguardara el régimen norcoreano durante la Guerra de Corea (1950-1953), hoy en día el Gobierno chino no se guiará por razones ideológicas, sino por las necesidades de su seguridad nacional.
En este sentido, cabe preguntarse qué hará Pekín si se libra un conflicto armado en la península.
"De todos modos, Pekín no puede quedarse de brazos cruzados mientras en la península rige el desorden. Obviamente, China hará todo lo que esté en su mano para prevenir que el conflicto se convierta en una guerra, y no va a suministrar armas ni participará en confrontaciones armadas", subrayó.
Según Debin, la meta del gigante asiático es mantener la situación de estabilidad en la península de Corea, así que es inadecuado afirmar que Pekín suministrará armas a Pyongyang cuando surja la ocasión y haya un pretexto.