Esta afirmación la hizo al comentar la posible extradición a Serbia de su hermano Ramus Haradinaj, uno de los líderes de la organización terrorista 'Ejército de liberación de Kosovo', quien fue detenido a principios de año en Francia y espera la decisión de un fiscal sobre su entrega a Serbia, donde se le acusa de crímenes de guerra contra civiles en Kosovo en los años 1998-1999.
Según el politólogo Aleksandar Pavic, que ofreció una entrevista a Sputnik, la minoría serbia en Kosovo no se sentirá segura nunca:
"Estas declaraciones de Haradinaj son sintomáticas y señalan que los albanokosovares están acostumbrados a la cultura de la impunidad, ya que tienen patrones a quienes utilizan para poner en práctica sus objetivos geopolíticos. No me sorprende que en Bruselas no haya habido reacción, ya que para ellos no hay nada controvertido en cualquier declaración desde Pristina (capital de Kosovo). No se puede hablar de ninguna presión occidental sobre las instituciones de la república autoproclamada con el fin de que presten atención a la seguridad de los serbios", lamentó Pavic.
"En esas circunstancias estamos viviendo desde 1999, y las amenazas a menudo no se limitan a las palabras. Lo más preocupante es el muro de silencio de las autoridades de Kosovo. No creo que se repitan los pogromos del 17 de marzo de 2004 (cuando en dos días fueron expulsados de sus casas más de 4.000 serbios y más de 900 viviendas y 30 iglesias ortodoxas resultaron quemadas, mientras varias decenas de personas murieron) pero hay que tener cuidado", dijo Filipovic a Sputnik.