"Hoy 11 (de) abril recordamos el golpe de Estado del 2002, sus responsables y la reacción del pueblo, ¡sigamos defendiendo la democracia!", escribió el jefe de la bancada oficialista en la Asamblea Nacional (parlamento unicameral), Héctor Rodríguez, en su cuenta de la red social Twitter.
Fedecámaras ejercía una fuerte oposición a las políticas económicas de la Revolución Bolivariana impulsada por Chávez.
El día del golpe, las calles de Caracas se bañaron de sangre: el centro fue escenario de enfrentamientos, específicamente el puente Llaguno.
Ese día se encontraron dos movilizaciones en la capital venezolana: la chavista y la opositora.
Los enfrentamientos, con participación de la Policía Metropolitana y el ejército, terminaron con 19 muertos.
Ante esto, Chávez habló en cadena de radio y televisión para llamar a la calma y pedir a la gente que no saliera a las calles.
Después de esa cadena, no se supo más del presidente hasta la madrugada del 12 de abril, cuando el Alto Mando Militar venezolano informó que el mandatario había aceptado la renuncia.
"Deplora el Alto Mando Militar los lamentables acontecimientos sucedidos en la capital el día de ayer; ante tales hechos, se le solicitó al señor presidente de la República la renuncia de su cargo, la cual aceptó", dijo ese día el entonces general Lucas Rincón.
Ante las intensas protestas de miles de seguidores de Chávez, el general Raúl Isaías Baduel comandó un operativo que lo trajo de regreso a la Presidencia.
La noche del 12 de abril, Carmona puso el cargo a la orden y el día siguiente Chávez regresó al Palacio de Miraflores, con una promesa de reencuentro nacional.