Está previsto que el portaviones Gerald R. Ford, buque insignia de su clase, entre en servicio activo de la Marina de guerra estadounidense en 2017, tres años más tarde de lo inicialmente programado.
Según varios cálculos, el buque ya le ha costado a Washington unos 12.800 millones de dólares. Estos gastos forman parte de un programa militar —cuyo presupuesto se cifra en 36.300 millones de dólares—, el cual está cargado de sobrecostos.
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El portaviones cuenta además con catapultas electromagnéticas y cables de frenado turboeléctricos, que permiten mejorar la velocidad de despegue y aterrizaje, además de hacer el proceso más seguro.
El USS Gerald R. Ford tiene una capacidad de desplazamiento de 100.000 toneladas, frente a una eslora de 337 metros y una manga de 78. La nave podrá alcanzar una velocidad de 55 km/h y será usada por los cazas F-35, cazabombarderos F/A-18E/F Super Hornet y helicópteros multifuncionales MH-60R/S, entre otros.