Hyten justificó de esta manera el futuro contrato por 48.500 millones de dólares para la creación de 400 misiles intercontinentales, así como la modernización del arsenal nuclear de EEUU, al tiempo que recordó a la prensa cómo era el mundo antes del uso de los bombardeos nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki.
"Durante la II Guerra Mundial, entre 60 y 80 millones de personas fallecieron. Eso es aproximadamente 33.000 personas al día, un millón de personas al mes", explicó el general, сitado por la página web oficial del Ministerio de Defensa de EEUU.
Desde entonces, añadió Hyten, el mundo ha visto conflictos terribles (Corea, Vietnam, Afganistán, Irak, etc.), "pero ninguno al nivel de la carnicería que el mundo experimentó [anteriormente]".
El éxito a la hora de alcanzar este objetivo depende de la seguridad de poder destruir completamente a un enemigo hipotético en el caso de usar armas nucleares, explicó el militar.
"Es muy peligroso si cualquier país piensa que puede tener una ventaja gracias a sus armas nucleares. Por eso necesitamos tener una fuerza de contención nuclear. Así, cualquier deseo de un enemigo de lanzar una guerra de misiles nucleares será fácilmente sopesado con la posible respuesta que recibirá de nuestra parte", explicó Weinstein.
"Esto es exactamente el potencial de contención que necesitamos", resaltó.
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Según el teniente general, es con el fin de evitar una guerra mundial y de garantizar la seguridad del pueblo norteamericano que EEUU quiere reequipar sus fuerzas nucleares terrestres.
En ese sentido, la idea de que los arsenales rusos y chinos son ahora más modernos que el arsenal norteamericano podría llevar a los posibles adversarios de Washington a pensar que pueden tener éxito a la hora de realizar un ataque nuclear. EEUU quiere evitar estas ideas a toda costa.