Con la entrada en vigor de dicho documento, firmado el 18 de marzo de 2016, los flujos de refugiados que llegaban a Grecia desde Turquía se redujeron diariamente de 2.500 personas a tan solo 100.
La iniciativa provocó múltiples actos de protesta y el proyecto quedó finalmente en el limbo.
Para averiguar cómo está la situación actualmente, los corresponsales de Sputnik arribaron a Dikili y dialogaron con las autoridades locales y los residentes de la urbe.
"Nosotros no estamos en absoluto en contra de la creación de un centro de readmisión. Simplemente decimos que aquí faltan hospitales, escuelas y no hay espacio suficiente para los niños, como tampoco hay posibilidades de encontrar trabajo. Dadas las circunstancias, no queríamos que se construyera un centro semejante", dijo el alcalde de Dikili, Mustafá Tosun.
Tras el encuentro con el regidor, los periodistas de Sputnik se dirigieron al puerto de Dikili para reunirse con capitanes de barco y preguntarles acerca de la crisis de desplazados forzosos.
"Me detuvieron bajo la sospecha de que usaba el barco para transportar de manera ilegal a refugiados. No sabía nada de nada. El propietario del buque me dijo: 'Lleve esta nave al puerto'. Yo la llevé, la dejé allí y me fui a casa a dormir. Resulta que aquella noche, a bordo del barco, transportaron a los refugiados. Me arrestaron y pasé cuatro meses en la cárcel, hasta que empezó el proceso judicial", expresó el capitán.
Despues de la firma del acuerdo sobre refugiados entre Turquía y la UE, las naves de la OTAN empezaron a realizar patrullas en el mar Egeo para intentar detener el transporte ilegal. Otro capitán, Ergun Duman, destacó que, con la aparición en la zona de las fuerzas de la OTAN, estas prácticas de transporte ilegal son apenas residuales.