La relación con EEUU de un Gobierno de izquierda en México "será de amistad y cooperación, pero no de sometimiento", respondió López Obrador en sus cuentas de redes sociales.
"Somos un país libre y soberano", añadió el dirigente, luego de que un alto funcionario del Gobierno de Donald Trump dijera ante el Senado que un potencial Gobierno de izquierda en México no sería favorable para EEUU.
López Obrador replicó: "Debe quedar claro que no somos antiestadounidenses".
El pueblo estadounidense "merece nuestro respeto y ha tenido gobernantes ejemplares, como el presidente (Franklin D.) Roosevelt (1933-1945)".
Ese tipo de liderazgo estadounidense "es muy diferente a quienes quieren resolver los problemas sociales con muros, persecución y el uso de la fuerza", dijo López Obrador, aludiendo al presidente Trump.
Kelly respondió a una pregunta del senador John McCain en el Capitolio sobre la situación de la relación con el país latinoamericano.
McCain, del gobernante Partido Republicano, señaló que "En Estados Unidos tenemos un problema con México".
Cruce de mensajes
"Justo ahora hay una contienda, si las elecciones se celebraran ahora en México tendríamos un presidente de izquierda antiestadounidense (López Obrador), eso no es bueno para Estados Unidos", agregó el senador.
Kelly coincidió con McCain en que el panorama tras los comicios de 2018 "no sería bueno para EEUU ni para México".
López Obrador respondió a estos comentarios que "sea real o exagerado ese punto de vista, lo cierto es que el tema de las relaciones México-Estados Unidos también preocupa a muchos en el país vecino".
El dirigente realizó el mes pasado la primera gira en su larga carrera política por ocho ciudades estadounidenses "para informar a sectores de la población de EEUU que están siendo víctimas de la manipulación política y de la campaña de odio desatada contra mexicanos y migrantes".
Sobre las actuales negociaciones del Gobierno de Enrique Peña Nieto con el de Trump, López Obrador observó que el mandatario está "muy debilitado, sin autoridad moral ni política y podría vender México a Estados Unidos".
Kelly, por su parte, reconoció "una enorme cooperación" de la actual administración de Peña Nieto en la reducción de la migración ilegal a través de la frontera norte de México, pero también lamentó la corrupción extendida en este país.
López Obrador fue alcalde de la capital mexicana entre 2000 y 2005 y dos veces candidato a la presidencia.