"Nosotros apelamos [ante el Tribunal Supremo] la decisión del Ministerio de Justicia sobre la prohibición de nuestra actividad (…) Pedimos, además, anular la demanda del Ministerio debido a nuevos hechos revelados", relató uno de los abogados de la organización.
Los representantes del Ministerio, por su parte, no han encontrado motivo alguno para poner fin al proceso penal. El Ministerio de Justicia ruso exige la prohibición de toda actividad de los Testigos de Jehová, debido a que al menos 95 de los textos impresos y distribuidos por la organización han sido reconocidos como "material extremista".
El caso incluye además una disputa por las propiedades del Centro Administrativo de los Testigos de Jehová, que es la organización matriz que controla la actividad de sus sucursales en la Federación de Rusia. Los asesores legales del movimiento indican que los locales en disputa son propiedad de nueve de sus filiales en el extranjero, por lo que recomendaron acudir a las subdivisiones en España, Suecia, Noruega y Austria.
Los Testigos de Jehová, por su parte, presentaron una querella contra el Ministerio de Justicia, acusándolo de represión. El Tribunal Supremo se negó a aceptar la reclamación, alegando que declarar o no a una organización víctima de represiones no entra en las competencias ni del propio Supremo ni del Ministerio de Justicia.
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El movimiento basa sus creencias en un entendimiento propio de la Biblia. La organización ya había tenido problemas con la ley en Rusia: desde el incumplimiento de resoluciones judiciales hasta penas por posesión de material extremista.
En 2004, un tribunal de Moscú disolvió una de las comunidades de los Testigos de Jehová y prohibió sus actividades. Fue declarada culpable, en particular, de reclutar a niños, incitar a sus seguidores a separarse de sus familias, empujar al suicidio y denegar la asistencia médica. En 2014, el Tribunal Supremo ruso declaró "extremista" el sitio web y tres de los libros de la organización.
El último caso se produjo en febrero, cuando las autoridades inspeccionaron los edificios de la organización y encontraron que el movimiento viola la legislación rusa referente a la lucha contra las actividades extremistas.
Los Testigos de Jehová son una organización religiosa fundada en 1931 y con sede central en Nueva York. Comparte numerosos preceptos de corrientes no tradicionales del cristianismo y basa sus creencias en un entendimiento propio de la Biblia. En Rusia, el movimiento cuenta con unos 175.000 seguidores, asentados en 2.547 comunidades.
