"Estamos muy complicados con el tema del agua. Ha llovido de una manera increíble. Hace tres años está lloviendo más que la media normal. Desde año nuevo a hoy cayeron casi 900 milímetros, que es lo que llueve por lo general en todo el año", dijo a Sputnik Eduardo Landa, productor agropecuario de Laboulaye, una ciudad al sur de la provincia de Córdoba.
Como consecuencia los sectores productivos rurales han sufrido anegamientos e inundaciones que generaron "grandes problemas". "Los cascos urbanos no se vieron tan afectados porque están protegidos, pero en las zonas agropecuarias no hay suficientes obras para contener tanta cantidad de lluvias. Eso provocó pérdidas multimillonarias", explicó Landa.
Uno de los problemas de la región donde se encuentran las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Córdoba y Santa Fe, es que son áreas con características geográficas de muy poco desnivel. Esto provoca que el agua no circule, se acumule, se saturen las napas y se inunde.
"Hay algunas obras hechas de manera parcial. Hace falta terminarlas, seguir sistematizando algunas zonas, hacer drenajes de excesos hídricos de manera racional y organizada. Pero no están todas las obras que corresponde y eso es parte del problema que tenemos", remarcó.
Sin embargo admitió que no hay obras que puedan "soportar" o "evacuar" 900 milímetros de agua en dos meses, pero sí atenuar las consecuencias.
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Los habitantes de estas zonas del país no tienen tregua. "Los informes indican que El Niño, un proceso que significa período de lluvias para esta región, está instalado. Este año va a llover más de lo normal. No tuvimos el proceso intermedio, La Niña, cuando llueve menos. Hubo precipitaciones durante La Niña y ahora volvemos al Niño. Es un panorama complicado. Podemos estar seis meses más con agua", concluyó Landa.