"Luego de las 23.30 del viernes 31 de marzo se vivió un pánico generalizado en la ciudad de Mocoa. Con el desborde de los ríos y la avalancha, la ciudad colapsó. Era un peligro salir a la calle por los postes de energía caídos. Las personas no esperaban tener que enfrentar un hecho de esa magnitud", dijo a Sputnik.
Tras las precipitaciones, las cifras oficiales hablan de 279 muertos, 144 son menores de edad. Los equipos de rescate y búsqueda que trabajan en el terreno estiman que hay unos 450 desaparecidos. En total se han identificado 17.500 damnificados. Mocoa, la capital de Putumayo, tiene unos 39.000 habitantes. Al día de la fecha todavía hay cuerpos sin identificar. Uno de los riesgos latentes es que los cadáveres en descomposición se conviertan en foco de epidemias.
"Hay que ser sinceros, ante esta situación los medios regionales estamos sin energía ni celulares. Es difícil comunicar con exactitud la realidad de lo que está ocurriendo. Esa cifra no es precisa. Hay más cantidad de muertos. Al cuarto día se siguen encontrando cuerpos a cada minuto. Otro de los temas que preocupa es la descomposición de los cadáveres porque puede afectar a la salud. No hay bolsas negras. Es una situación crítica", contó a Sputnik Nixon Piaguaje, jefe de noticias de la radio.
"Nunca viví algo similar. Es la primera vez que en Putumayo tenemos que lamentar una situación de tal envergadura. No estábamos preparados para la magnitud de lodo y piedras gigantes que venían devastando árboles y casas de la forma que lo hicieron".
Según datos de la fiscalía departamental brindados por el periodista, en el Hospital José María Hernández hay unos 40 niños y niñas con edades de entre siete meses a 17 años sin acompañamiento de un adulto, y otro tanto sucede en el Instituto Tecnológico de Putumayo.
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"Al momento de grabar nos quedamos sin aliento. Vimos personas rescatando niños y buscando seres queridos. Era muy triste ver en los hospitales a niños solos, abandonados, llenos de lodo. Se nos caían las lágrimas mientras cubrimos los acontecimientos. Es inexplicable", concluyó Piaguaje, quien cubrió los hechos desde el primer día.