Las tecnologías del futuro: ¿cómo conquista Rusia el espacio?

Es imposible conquistar el espacio sin tener naves espaciales fiables. Actualmente, los especialistas rusos están desarrollando una nave pilotada de nueva generación bautizada Federátsia (Federación, en español). El vehículo espacial tendrá una tripulación de 6 personas.

Es de gran importancia la gestión adecuada del espacio a bordo. Así, el compartimiento de cosmonautas será equipado con una cocina, una estación médica, un cuarto de baño, así como un cuarto de retiro. El diseño y la ergonomía del interior de la nave fueron desarrollados por los especialistas de MISiS.

La novedosa nave contará con sillas de vuelo de fibra de carbono. Por primera vez en la historia de la cosmonáutica rusa, los miembros de la tripulación tendrán la posibilidad de cambiar el tamaño de la silla. De este modo, las sillas podrán usarse varias veces y no tendrán que ser fabricadas específicamente para cada cosmonauta.

En su trabajo, los especialistas rusos utilizan los materiales más modernos. Uno de ellos es el compuesto denominado perovskita, el cual se utiliza en la fabricación de baterías solares, diodos emisores de luz (LED), láseres, pantallas y detectores de foto de alta sensibilidad. Según varios científicos, el mundo pronto se enfrentará a una 'revolución de perovskitas', la cual cambiará muchas tecnologías de manera radical.

'Federación' será capaz de permanecer en modo autónomo hasta 30 días, y como parte de la Estación Espacial Internacional hasta un año. Al mismo tiempo, el vehículo puede ser controlado por solo una persona, a través de una palanca de mando y un sistema de pantallas de sensor.

El espacio no tiene 'estaciones de recarga', así que las misiones de gran escala necesitan otras fuentes de energía capaces de funcionar durante decenas de años. En la foto: una batería nuclear que funciona a base de los productos de degradación de los materiales radiactivos.

Los mecanismos a bordo de la nave necesitan también una fuente eficaz de campo magnético. En esta nave, los imanes son capaces de funcionar en condiciones de temperaturas extremas del espacio abierto —de entre -180 y 150°C—.

Es posible que las ventanillas de las naves espaciales del futuro sean fabricadas de los zafiros artificiales, también llamados corindones monocristalinos. Este material —adquirido a través del óxido de aluminio más puro— es tan sólido como el acero.

Debido a la radiación solar, el suelo lunar es muy ionizado, por lo cual puede obstaculizar las misiones al pegarse a los vehículos y los trajes espaciales de la tripulación. Para prevenir este problema, es necesario llevar a cabo entrenamientos preliminares. Así, los científicos de MISiS, así como del Instituto de Sistemas de Gestión (TUSUR), la Universidad Estatal de Tomsk y el Centro de Tecnologías de Información y Comunicación (CIKT) diseñaron una instalación de plasma capaz de fabricar un análogo al suelo lunar.

El objetivo de cualquiera misión espacial no es solo alcanzar el destino final, sino también llevar a cabo experimentos científicos. Una de las herramientas más importantes para escanear la superficie de la Tierra, así como el espacio, son los receptores de fotos.

Se espera que el primer vuelo de 'Federación' tenga lugar en el año 2021. La nave transportará a los cosmonautas y las cargas a la EEI, así como a la órbita de la Luna. Posteriormente, este vehículo participará en la misión tripulada a la Luna y los asteroides.