En particular se trata de las negaciones en el formato 5+2, en las que Moldavia y Transnistria participan como partes del conflicto, Rusia, Ucrania y la OSCE en calidad de mediadores, y la UE y EEUU como observadores.
Lukashévich indicó que Rusia "está dispuesta a cooperar con el representante especial del presidente actual de la OSCE, Wolf Dietrich Heim, para que el trabajo del mecanismo 5+2 sea más rítmico y consecuente".
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La última ronda de negociaciones se celebró a principios del junio pasado en Berlín después de una pausa de dos años.
El diplomático subrayó que Rusia, como el garante y el mediador en este proceso de paz, "está interesada en el desarrollo del diálogo entre Chisinau y Tiráspol, encaminado a conseguir solucionar" la disputa.
Chisinau perdió el control sobre los territorios en la orilla izquierda del Dniéster en 1992, tras un intento frustrado de resolver el problema por la fuerza.
Actualmente en la zona del conflicto opera una misión internacional de paz, incluidas las fuerzas rusas.