"Se mantienen divergencias evidentes entre las posiciones de los aliados (de la OTAN) y de Rusia sobre Ucrania", dijo Stoltenberg al término de la reunión del Consejo Rusia-OTAN celebrada este 30 de marzo en Bruselas.
El secretario general de la Alianza indicó que "la situación de seguridad (en Donbás) continúa provocando una profunda preocupación", y agregó que "las violaciones de la tregua en el este de Ucrania alcanzaron su nivel récord".
"Los aliados (de la OTAN) instaron a Rusia a utilizar su influencia significativa sobre los radicales para el pleno cumplimiento de los compromisos y expresaron su grave preocupación por el reconocimiento de los documentos de identidad de los separatistas" por parte de Rusia, apuntó.
El texto del decreto alega razones humanitarias y, en rigor, no hace referencia a la RPD ni la RPL sino a "ciertas zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk" —el término utilizado en los acuerdos de Minsk— y subraya que es una medida provisional, hasta que se logre una solución política del conflicto.
Este jueves la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD) denunció una agudización drástica de la situación en Donbás, al señalar en la última jornada unas 20 localidades de la RPD fueron bombardeadas, los ataques de las tropas ucranianas destruyeron al menos 18 edificios de viviendas.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 13 февраля 2017 г.
El 29 de marzo el Grupo de Contacto Trilateral sobre Ucrania acordó en Minsk la realización de una tregua a partir del 1 de abril con motivo de la Pascua de Resurrección, que se celebrará el próximo 16 de abril.
El Ministerio de Defensa de Ucrania se declaró dispuesto a cumplir el nuevo cese del fuego.
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En abril se cumplen tres años desde que Ucrania lanzó una operación militar en las provincias orientales de Donetsk y Lugansk, donde se proclamaron repúblicas populares en respuesta al cambio violento de poder ocurrido en Kiev en febrero de 2014.
Según datos de la ONU, las hostilidades han provocado más de 10.200 muertos desde el inicio de la crisis.