Largo camino
En la actualidad, la defensa aeroespacial rusa, en particular la de Moscú, está asegurada por el sistema A-135, creado en los años 80.
"El sistema fue modernizado en numerosas ocasiones. Principalmente se trató de su miniaturización y la remodelación de algunas de sus partes. Anteriormente, sus dispositivos ocupaban un espacio enorme. Ahora es dos veces menor. También se ha acelerado el funcionamiento del sistema antimisiles", indicó a Sputnik el analista militar Mijaíl Jodariónok.
Cómo funciona
En primera instancia, los satélites del sistema espacial unido de detección registran los lanzamientos de misiles balísticos enemigos. Casi de repente, los potentes radares Voronezh y Darial empiezan a rastrear la trayectoria de los mismos.
Una vez que se ha pasado el Rubicón, el Gobierno y los militares rusos deben tomar la decisión acerca del ataque de respuesta. En ese momento entra en juego el A-135. Los 'ojos' del sistema —el radar Don-2N— detectan la ojiva del misil balístico cuando todavía está en el espacio, a una distancia de unos 3.700 kilómetros.
Cada complejo de este tipo tiene entre 12 y 16 silos. Los proyectiles interceptores de corto alcance 53T6 fijan el blanco enemigo y atacan sus ojivas cuando estas se hallan a una distancia de 60 kilómetros y una altura de 45 km.
En el año 2016, Rusia contaba en su servicio con unos 68 misiles interceptores de este tipo, equipados con ojivas nucleares con carga explosiva de 10 kilotones cada una.
Una de las características principales que adornan al A-135 es que se trata de un sistema completamente autónomo, explica Jodariónok.
El proyectil enemigo entra en la atmósfera a una velocidad de unos tres o cuatro kilómetros por segundo. El misil interceptor ruso se mueve a la misma velocidad, agregó.
Los blancos falsos pesan menos, de manera que se deceleran por la fricción del aire al reentrar en la atmósfera. Entretanto, las cabezas nucleares reales los adelantan. Es entonces cuando los sistemas de defensa antimisiles rusos abren fuego.
Futuro de la DAM rusa
Pese a que el A-135 es un sistema de una efectividad probada, con el paso del tiempo se está quedando cada vez más 'obsoleto'. Jodariónok relató que el nuevo sistema de DAM ruso, el A-235 Nudol, ya está siendo sometido a pruebas. No obstante, a día de hoy, se sabe poco acerca de las capacidades del futuro equipo, dado que la información sobre él, evidentemente, es clasificada.
Jodariónok destacó que cualquier sistema estratégico de defensa antimisiles puede aniquilar solo un número limitado de cohetes. Además, el hecho de que los misiles interceptores estén ubicados en un silo los hace vulnerables, dado que el enemigo podría llegar a conocer su paradero.
El futuro sistema S-500 puede ayudar a solucionar el problema, pues esta arma reforzará la DAM A-235 en la región de Moscú gracias a su alta movilidad, concluyó el experto.