La solicitud será entregada al jefe del Consejo Europeo, Donald Tusk, el 29 de marzo a las 11:30 (hora de Londres) y marcará el inicio del período de negociaciones de dos años, durante los cuales las partes deberán acordar las condiciones de la salida.
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La primera ministra, que asumió el cargo tras la dimisión de su antecesor, David Cameron, promete "representar en la mesa de las negociaciones a todos los habitantes del Reino Unido" y acordar "las condiciones apropiados para todos", incluido los ciudadanos de la UE.
"Cuando me siente a la mesa negociadora en los próximos meses, representaré a cada persona de todo el Reino Unido: jóvenes y mayores, ricos y pobres; la ciudad, campo y todos los pueblos y aldeas; también a los nacionales de la UE que han hecho de este país su hogar", prometerá la dirigente conservadora este mediodía en el Parlamento de Westminster, según los extractos adelantados por los medios.
Para la UE, por su parte, la salida de un miembro tan importante representa su propio desafío ya que se necesitarán cambios y reformas para que el ejemplo británico no se propague entre otros miembros 'escépticos' del bloque.
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El embajador británico ante la UE, Tim Barrow, entregará personalmente la misiva al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, a las 11.30 GMT (13.30 en Bruselas), según la cronología marcada por Downing Street.
"Nuestros valores compartidos, intereses y ambiciones pueden y deben unirnos mientras afrontamos oportunidades en este viaje trascendental", afirmará en su intervención.
El líder laborista, Jeremy Corbyn, ha garantizado vigilancia de las "más importantes negociaciones para este país en tiempos modernos".
"Los conservadores quieren utilizar el Brexit para convertir este país en un paraíso fiscal de salarios reducidos y el laborismo está resuelto a asegurar que podremos reconstruir y transformar el Reino Unido para que ningún individuo ni comunidad queden excluidos", declaró Corbyn en un comunicado.
La invocación del Artículo 50 del Tratado de la UE abre las negociaciones del divorcio y la futura relación de Reino Unido con el bloque continental.
Las negociaciones pueden extenderse durante dos años y solo son prorrogables con el consentimiento de todos los Estados miembros.