La utilización de una plataforma de lanzamiento para el despliegue de misiles de crucero Tomahawk es una violación directa de las obligaciones en virtud del Tratado de liquidación de misiles de alcance medio y largo, alertó el jefe adjunto de la Dirección de Operaciones del Estado Mayor ruso, Víctor Poznijir.
¿Cómo puede Rusia defenderse de esta amenaza y cuál es su potencial?
La combinación de los misiles subsónicos Tomahawk y los misiles tierra-aire Standart puede variar ampliamente, y nadie, a excepción de la tripulación y el alto mando de la nave, conoce su composición exacta. Por lo tanto, no es una nueva amenaza para Rusia, la han discutido desde hace 10 años como mínimo, hace hincapié Frolov.
"Por ejemplo, si un crucero o destructor estadounidense entra en el mar Báltico y se acerca a nuestras fronteras, incluso sus anti-misiles son una amenaza para nosotros. En cuanto a los Tomahawk, con ellos los estadounidenses pueden realizar un ataque preventivo de precisión a nuestra infraestructura o a nuestras armas ofensivas estratégicas. Y estamos hablando de un ataque a una distancia bastante corta, que es difícil de parar", recalcó el experto.
Moscú acusa a Washington de mantener el lanzador cerrado, por lo que teóricamente puede contener misiles de crucero, variantes del Tomahawk, capaces de golpear objetivos del Mar Negro y el Mar Báltico, como Crimea y San Petersburgo. A su vez, los estadounidenses dicen que las sospechas son infundadas, destaca el experto.
La única opción de Rusia para contrarrestar las acciones de la OTAN es desarrollar las propias fuerzas armadas y colocar misiles antibuque costeros, considera Frolov. "En este sentido, la ubicación de Kaliningrado y Crimea es una ventaja para nosotros. Desde Crimea se puede alcanzar todo el Mar Negro, donde los estadounidenses se ven obligados a cumplir con la Convención de Montreux de 1936, gracias a la cual no pueden ubicar sus naves de guerra en la zona".