"Claro que tenemos en gran estima el derecho de los ciudadanos a expresar su opinión y su postura, (…) y por supuesto las tomamos en consideración y las examinamos", aseveró.
El 26 de marzo entre 7.000 y 8.000 personas salieron en Moscú a la céntrica calle Tverskaya, a pesar de que las autoridades de la capital denegaron al opositor Alexéi Navalni, organizador de la protesta, el permiso para celebrar la manifestación en esa calle y le ofrecieron dos lugares alternativos, opciones que rechazó.
Más de 600 manifestantes fueron detenidos, según las autoridades, mientras que un policía resultó lesionado, al sufrir una conmoción cerebral.
El propio Navalni fue condenado el 27 de marzo a una multa de 20.000 rublos (más de 350 dólares) por organizar una movilización en un lugar público que alteró el orden.