"La gente de Escocia debe tener el derecho de decidir entre Brexit, posiblemente un muy duro Brexit, o convertirse en un país independiente capaz de marcar su propio rumbo y crear una genuina asociación de iguales con las naciones de estas islas, declaró en el Parlamento de Holyrood, en Edimburgo.
La jefa del Gobierno autonómico y líder del Partido Nacional de Escocia (SNP, en sus siglas en inglés), reabrió el debate sobre la cuestión independentista que se suspendió en la tarde del pasado 22 en reacción al atentado islamista en Londres.
La competencia recae en Westminster y fue cedida temporalmente a Edimburgo por el anterior primer ministro, David Cameron, para ejecutar la consulta de 2014, que ganó el unionismo por 55,3% contra 44,7%.
"El futuro de Escocia ha de estar en manos de los escoceses… Espero que el Gobierno de Reino Unido respete la voluntad de este Parlamento", desafió este martes 28 la dirigente nacionalista consciente de la posición contraria de May.
May reiteró que "ahora no es el momento" de hablar de consultas separatistas domésticas y advirtió que su postura "no cambiará" durante las negociaciones del divorcio de la UE, previstas de extenderse un mínimo de dos años.
Sturgeon matizó en la Cámara que no busca la "confrontación" sino "un diálogo sensible" con el Gobierno británico, que el SNP entablará "en buena fe y con voluntad de aceptar compromisos".
La dirigente del SNP justifica su plan soberanista en el 62% del electorado en Escocia que votó contra Brexit en 2016 y la garantía de continuidad en la UE que prometieron los unionistas en su campaña para evitar la ruptura del Reino Unido en 2014.