"Claro está, a todos nosotros nos preocupa mucho lo que sucede no solo en el este de Ucrania, sino en todo el país, estamos interesados en que nuestros colegas europeos buscaran de un modo más insistente el cumplimiento de los acuerdos de Minsk", aseveró el canciller ruso.
El próximo abril se cumplirán tres años desde que Ucrania lanzó una operación militar en las provincias orientales de Donetsk y Lugansk, donde se proclamaron repúblicas populares en respuesta al violento cambio del Gobierno ocurrido en Kiev en febrero de 2014.
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Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia, cuyo resultado la ONU estima en más de 10.200 muertos.