"Trabajo en contacto directo con los demás copresidentes del Grupo de Minsk de la OSCE, Stéphane Visconti, de Francia, y el experimentado diplomático Ígor Popov, de Rusia, (…) y no tenemos ningún desacuerdo", aseguró el funcionario.
El diplomático aseguró que con la llegada del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, a la Casa Blanca la postura de su país al respecto no ha cambiado.
"Nuestra política no presenta cambios, seguimos cumpliendo nuestras obligaciones, relacionadas con la copresidencia del Grupo de Minsk de la OSCE, y estamos dispuestos a cooperar con todas las partes para encontrar una solución pacífica al problema", subrayó.
El conflicto de Nagorno Karabaj que divide a Armenia y Azerbaiyán desde 1988 —cuando ese territorio de población mayoritariamente armenia decidió independizarse del Azerbaiyán soviético— experimentó una escalada a principios de abril de 2016 después de haber permanecido latente durante más de dos décadas.
Bakú perdió el control sobre Karabaj y siete distritos adyacentes entre 1992 y 1994.
Para impulsar una solución negociada del conflicto se instituyó en 1994 el llamado Grupo de Minsk, copresidido por EEUU, Rusia y Francia.
Azerbaiyán insiste en recuperar su integridad territorial, mientras que Armenia defiende los intereses de la autoproclamada República de Nagorno Karabaj, que no es parte de las negociaciones.