Los aviones rusos del 'Día del Juicio Final' llevan mucho tiempo calentando la imaginación de expertos y blogueros militares, escribe el diario Svobodnaya Pressa. Surge la sensación de que así se muestran discretamente estas aeronaves, en la mejor tradición del KGB de la URSS.
Se trata de una aeronave avanzada y altamente clasificada, en la cual supuestamente subiría el presidente del país eslavo en caso de una guerra nuclear, si se destruyera toda la infraestructura terrestre. Junto con el alto mando de las Fuerzas Armadas de Rusia, el presidente gestionaría el lanzamiento de los misiles balísticos desde los silos y submarinos.
Este vehículo aéreo sería capaz de permanecer en el aire durante unos días o aún más, si hay posibilidad de repostaje.
La idea de crear tal avión nació durante la Guerra Fría en EEUU. La empresa Boeing construyó en la década de los 70 cuatro E-4B —aviones de mando y control de la Fuerza Aérea de EEUU conocidos como 'Vigilantes Nocturnos' (Nightwatch)—. Desde entonces, uno de ellos acompaña permanentemente al presidente de EEUU durante sus viajes.
Además, los E-4B disponen de un cable de longitud de varios kilómetros que sirve para ponerse en contacto con los submarinos al ser tirado del avión en pleno vuelo.
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Los informes más reciente acerca de este 'búnker volador' de EEUU fueron publicados al comienzo de 2015, cuando se anunció el plan de actualizar sus sistemas de comunicación.
¿Y qué hicieron los rusos?
La URSS empezó el proyecto del desarrollo de sus propios aviones del 'Día del Juicio Final' en la década de los 80. Su construcción contó con la participación de la Corporación de Producción 'Poliot' —uno de los mayores fabricantes de aviones y naves espaciales del país—. Así, a principios de los 90 salió a la luz una serie de seis vehículos aéreos que en la actualidad se basan en el aeródromo militar Chkálovski.
Otros son los Il-80 (Il-86VKP) de velocidad de 850 kilómetros por hora y de alcance de vuelo de 3.600 kilómetros. Según varias fuentes, uno de ellos voló en 1990 al cosmódromo Baikonur para someterse a unas pruebas. A bordo, fue ordenado el lanzamiento de un misil balístico que alcanzó con éxito el objetivo potencial.
El exterior de los aviones rusos se asemeja a los construidos en EEUU. También tienen una "convexidad" en la "cabeza", tampoco disponen de ventanillas. Se informa que están equipados con una antena larga que posibilita ejercer control sobre los sumergibles.
La característica más interesante de los Il-80 es su sistema unificado Zveno que coordina el trabajo de las antenas del avión con otras antenas, proporcionando comunicación con las unidades estratégicas tanto subterráneas como terrestres.
Status-6
Las aeronaves rusas del "Día del Juicio Final" siguen modernizándose. Así, en 1991 el Ministerio de Defensa de la URSS contrató a la empresa Poliot para la construcción del sistema de comunicación de segunda generación Zveno-2 y a la Oficina de Diseño Iluishin para la actualización de los cuatro Il-80.
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Sin embargo, tan solo en 2015 fueron llevados a cabo pruebas del sistema Zveno, que por el momento integra el equipo del primer Il-80 modernizado.
Estas cargas podrán separarse del sumergible, acercarse a las costas enemigas y destruir toda la infraestructura costera.
Lo más interesante es que estos submarinos drones con ojivas nucleares serían gestionados desde el propio avión del 'Día del Juicio Final'.
Asimismo, actualmente la empresa Poliot está desarrollando un nuevo sistema de telecomunicación de tercera generación —Zveno-3S—, que podría instalarse sobre las nuevas aeronaves que se construyen sobre la base del avión tetrarreactor de fuselaje ancho Il-96.