Erdogan declaró que en Alemania y Países Bajos renace el nazismo después de que sus autoridades prohibieran las intervenciones de unos ministros turcos ante los compatriotas en vísperas del referendo sobre los cambios constitucionales que se celebrará en Turquía el 16 de abril.
También señaló que una política así impacta negativamente en el comercio con otros países y en la vida de los turcos residentes en el exterior.
Las relaciones ruso-turcas empeoraron bruscamente en noviembre de 2015 después de que un caza turco derribara sobre territorio sirio un avión militar ruso Su-24 que retornaba a su base tras bombardear objetivos terroristas.
Durante siete meses las relaciones entre ambos países quedaron congeladas.
En junio de 2016, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió perdón a Rusia por el derribo de la aeronave, dando así el primer paso para desatascar las relaciones bilaterales, y se mostró dispuesto a hacer todo para restablecer la tradicional amistad entre Rusia y Turquía y luchar juntos contra el terrorismo y las crisis regionales.