El lord juez Ian Burnett, que presidió el caso con el juez Duncan Ouseley, defirió hasta una fecha sin determinar la sentencia que se esperaba esta misma jornada.
"Reservamos nuestro fallo" dictó el juez lord tras reconocer el caudal de contradictorios argumentos presentados por las respectivas partes.
O, por el contrario, puede alargar aún más la resolución final de este caso de extradición que España inició en abril de 2011 y que condujo dos meses después al arresto en Londres del expresidiario etarra.
La abogada de Troitiño, Laura Dubinski, demandó a ambos altos magistrados que suspendan temporalmente la deportación de su cliente hasta que se resuelva un recurso pendiente en el Tribunal especial de inmigración.
En disputa está una solicitud de asilo en Gran Bretaña presuntamente cursada por los abogados del exetarra en noviembre de 2013, que la ministra del Interior no reconoce como oficialmente válida.
Todas las partes involucradas tendrán la oportunidad de presentar "por escrito alegatos cortos" sobre puntos discordes del borrador de la sentencia, según señaló el juez lord Burnett al cierre de la vista.
Troitiño agotó todos los recursos contra la reclamación española en febrero de 2017, cuando el Tribunal Superior le negó autorización para recurrir el caso al Supremo.
En su recurso de inmigración ha declarado que "ya no es miembro de ETA, que apoya el alto el fuego permanente de la banda vasca y expresa arrepentimiento por sus actividades terroristas", según recoge la última sentencia del presidente del mismo tribunal, Bernard McCloskey.