Las tradiciones del sambo hunden sus raíces en estilos de combate populares tanto de Rusia como de otros pueblos. Incluye prácticas de artes marciales nacionales, como la pelea a puñetazos tradicional rusa; los combates de Georgia, del pueblo tártaro, Armenia, Kazajistán y Uzbekistán; la lucha finlandesa-francesa, libre americana, inglesa de Lancashire y Cumberland, suiza, judo y sumo japoneses, etc.
Sambo en ruso significa 'autodefensa sin armas': 'SAMooborona Bez Oruzhiya'. Y de eso se trata precisamente, de un arte de autodefensa, no de ataque.
Un poco de historia
El desarrollo del sambo se remonta a las décadas de 1920 y 1930, cuando el joven Estado soviético tenía extrema necesidad de instituciones sociales que garantizaran su protección y reunieran a los miembros activos de la sociedad. Asimismo, era prioritario adquirir una herramienta eficaz para la socialización de un número enorme de niños y adolescentes huérfanos.
Existe la creencia de que fue el propio Vladímir Lenin quien encargó a un equipo de expertos el desarrollo de un sistema de combate propio para el Ejército rojo. "Por supuesto que no. Son leyendas. Él tenía otras cosas que hacer", se ríe Serguéi Tabakov, director ejecutivo de FIAS (Federación Internacional de Sambo) y entrenador emérito de Rusia, comentando los rumores a Sputnik.
Tabakov goza de prestigio como un muy buen deportista, entrenador y maestro. Desde el 2005 hasta los Juegos Olímpicos del 2008, ocupó el puesto de técnico principal de la selección rusa masculina de judo. Fue galardonado con la Orden al Mérito por la Patria de II grado.
Dos sambos distintos
No cabe duda de que la nueva lucha propiamente rusa era cultivada con sumo cuidado, con la ayuda de los mejores especialistas locales. Desde el principio, el sambo se desarrolló en dos direcciones: como un deporte de masas y como un medio de formación de las fuerzas del orden.
El sambo clásico, llamado 'deportivo', es un tipo de pelea en la que lo más importante es una defensa eficaz. Tiene categorías de peso, normas generales y métodos de competencia por los que se otorgan puntos. Aquí se puede ganar antes de lo previsto gracias a una técnica dolorosa o una arrancada exitosa.

A diferencia de este tipo, el sambo de combate ha sido durante mucho tiempo una prerrogativa de los militares de las fuerzas especiales. Además de proyecciones, presas y técnicas, se utiliza una variedad de golpes y un duelo que a menudo llega a ser sangriento.

Camino al Olimpo
En 1957, los sambistas soviéticos se impusieron a judocas húngaros en dos duelos amistosos con una puntuación total de 47 a 1. El éxito fue repetido varias veces frente a Alemania, Checoslovaquia y Francia hasta que, en 1964, los sambistas soviéticos representaron al país en los Juegos Olímpicos de Tokio en la modalidad de judo. Tras el triunfo de la selección de la URSS, en Japón se creó una Federación de Sambo propia. Así empezó un intercambio de entrenadores y deportistas, dado que la metódica del sambo se traducía al japonés.
Ahora el sambo está representado en más de 80 países de todos los continentes. Cada año se abren más secciones y clubes y se llevan a cabo campeonatos nacionales.

"Históricamente, el sambo tiene buenas tradiciones en las exrepúblicas de la URSS (Bielorrusia, Ucrania, Kazajistán, Uzbekistán, etc.). También tiene mucha aceptación en Bulgaria, Mongolia, Serbia, Francia, Marruecos y Japón. En cuanto a América Latina, el sambo tiene predicamento en Venezuela, Colombia y Nicaragua, fundamentalmente", relata Tabakov.
Desde hace ya unos años, el sambo aspira a unirse a las disciplinas representadas en los Juegos Olímpicos. Según el director ejecutivo de FIAS, esta arte marcial se está aproximando cada vez más a esta meta. Está incluida en el programa de los Juegos de Asia (Juegos de playa, Juegos en recintos cerrados, Juegos básicos), los Juegos Europeos, y también efectuó su debut en los Juegos Mundiales Universitarios en Kazán en 2013.
Símbolos del sambo
El icono del sambo es ahora Fiódor Yemeliánenko, cuatro veces campeón del mundo y nueve veces campeón de Rusia en la modalidad de combate, además de maestro emérito de este deporte. En el período de 2003 a 2010, Yemeliánenko fue reconocido internacionalmente como el mejor luchador de MMA en la categoría de peso pesado. Durante casi 10 años, Fiódor se mantuvo invicto en MMA, lo que no deja de ser un caso rarísimo y sumamente excepcional: eso le trajo fama mundial.

Pero no se debe olvidar a otro mito del sambo, aún más conocido en el mundo que Yemeliánenko: el presidente ruso, Vladímir Putin. A los 11 años, el joven Vladímir se matriculó en una sección de sambo en San Petersburgo, su ciudad natal. Corría el año 1963 y vivía en la pobreza, como la mayoría del pueblo soviético. Empezó a aprender sambo con calcetines de lana de punto y una chaqueta hecha en casa. "Entonces todos éramos unos desharrapados", según comentó el propio mandatario."Cuando Putin llegó a la sección, no tenía ningún talento especial, no destacaba en nada. Pero pasó un tiempo y aparecieron los resultados. En la colchoneta, el joven se convertía en un leopardo, combatiendo hasta el último segundo. Creo que es la más alta capacidad humana: ser un guerrero en la colchoneta y luego, después de la pelea, volver al estado de un filósofo, pensador", recuerda su primer entrenador, Anatoli Rajlin.

Vladímir Putin también ha incidido en la necesidad de poner toda la carne en el asador para que el sambo sea incluido en el programa olímpico.