"Hasta ahora esos son los resultados de Inacif, pero en el marco de la investigación del Ministerio Público habrá mayores detalles", señaló Escobar, cuya asociación brinda albergue a menores de edad sin hogar o maltratados y hace campañas por los derechos de la infancia.

Las menores de edad murieron por asfixia, quemaduras e intoxicación cuando el 8 de marzo algunas niñas y adolescentes prendieron fuego a unas colchonetas en un cuarto donde permanecían encerradas, informó el diario Prensa Libre.
Algunas de las menores murieron en el momento del incendio al quedar atrapadas, mientras que otras fallecieron días después en centros hospitalarios del país.
Nueve niñas sobrevivieron y varias de ellas se encuentran en el Hospital de Niños Shriners de Galveston, en el sureño estado estadounidense de Texas, especializado en la atención de quemaduras infantiles, así como en un centro hospitalario de Boston (noreste), indicó Escobar.
Cuando las menores prendieron fuego a los colchones, como protesta a las situaciones de violencia y abuso que vivían, estaban encerradas en un cuarto bajo llave y no fueron rescatadas de inmediato pese a las llamas.
Según las últimas investigaciones, la llave la tenía la subinspectora de la Policía Nacional Civil, Eva Marina Marroquín, quien la entregó al Ministerio Público (fiscalía), según declaró a diputados el subdirector de la institución, Stu Velasco, informa Prensa Libre.
En ese sentido, Escobar lamentó que se haya prestado tanta atención "al tema de la llave cuando lo que se tendría que haber dicho es que un candado se puede romper igual bajo una orden".
"No es extraño tomar una medida así cuando la situación lo demanda", indicó la especialista.
Otros hechos de violencia
Tan solo unos días después del mortal incendio en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, el pasado domingo, un grupo de jóvenes integrantes de la pandilla Mara 18 protagonizaron un motín en el Centro Correccional Etapa II que terminó con la vida de cuatro trabajadores del establecimiento, según informa la prensa local.
Los internos exigían que unos 250 adolescentes de la misma pandilla que se encuentran en el Centro Juvenil de Detención Provisional fueran trasladados al correccional Etapa II, y también reclamaban mejoras en las visitas y en la alimentación.
El lunes, además, tres policías murieron y otros ocho resultaron heridos en varios enfrentamientos con pandilleros tras lo ocurrido en el centro Etapa II.
Escobar calificó estos hechos de "lamentables", pero aseguró que han desviado la atención de lo ocurrido en el mortal incendio.
"Estos mecanismos de terror y de desestabilización parece que tienen más la intención de distraer, aunque es algo que no se puede probar", señaló.
Pese a ello, la activista recordó que quienes trabajan en el ámbito de la infancia "no pueden olvidar" la muerte de las 40 adolescentes.
De hecho, en Guatemala se siguen convocando manifestaciones de protesta por el fatal incendio.