Los datos de la entidad muestran que los atentados provocaron la reducción del flujo de los turistas, algo que causó daños económicos a sectores como la hostelería, la restauración, el comercio minorista y el transporte.
Por su parte, el Banco Nacional de Bélgica estima las pérdidas económicas por los atentados en cerca de 800 millones de euros, algo que corresponde a un 0,2% del PIB belga.
El 22 de marzo de 2016 la capital belga sufrió tres atentados, dos en el aeropuerto de Zaventem y uno en la estación de metro Maelbeek, cerca de las instituciones europeas.
En los ataques de Bruselas perecieron 32 personas y más de 300 resultaron heridas.
Los ataques fueron reivindicados por la organización terrorista Daesh, o Estado Islámico, proscrito en varios países, incluida Rusia.