Al entrar a formar parte del arsenal militar del Ejército de China, los sistemas S-400 —de los mejores del mundo, según el documento— contribuirán a que Pekín no solo fortalezca su defensa aérea, sino también logre la superioridad sobre el territorio de Taiwán, donde podría desplegarlos.
El desarrollo de la cooperación militar y ejercicios conjuntos de las Fuerzas Armadas de Rusia y China muestra que ambos países están interesados en el reforzamiento de las relaciones en el ámbito de la seguridad. No obstante, a juicio de los autores, es poco probable que Moscú y Pekín formen una alianza militar en un futuro próximo.
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Sin embargo, su cooperación militar será capaz de complicar la posición de Washington en la región Asia-Pacífico.
Rusia suministra a China una amplia gama de armas. Así, los países sellaron en 2014 un contrato de provisión de al menos cuatro sistemas de defensa aérea S-400 Triumf, la construcción de los cuales ya dio comienzo en las plantas de la corporación Rostec.
Asimismo, el país eslavo empezó la entrega de 24 cazas polivalentes de la generación 4++ Su-35 en el marco del contrato firmado en 2015.